El conjunto merengue le brindará un homenaje este martes “a la altura de la leyenda” en la Ciudad Real Madrid.
El Real Madrid anunció seis horas antes del último partido de la temporada, ante el Athletic Club de Bilbao en el estadio Santiago Bernabéu que se convertirá en un homenaje a Karim Benzema, el adiós del delantero francés que ha protagonizado una “brillante e inolvidable etapa” para marcharse convertido en “uno de los grandes mitos” madridistas y “una de las grandes leyendas del fútbol mundial”.
“El Real Madrid y nuestro capitán Karim Benzema han acordado poner fin a su brillante e inolvidable etapa como jugador de nuestro club. El Real Madrid quiere mostrarle su agradecimiento y todo su cariño a quien ya es una de nuestras más grandes leyendas”, inició el club blanco el anuncio del adiós de su capitán.
Benzema tenía acordado con el Real Madrid un año más de contrato y ha alcanzado un acuerdo para, a sus 35 años, iniciar una nueva etapa de su vida en el fútbol árabe, aceptando una propuesta que mejora ostensiblemente su salario.
“Karim Benzema llegó a nuestro club en 2009, con tan solo 21 años, y ha sido un jugador fundamental en esta época dorada de nuestra historia. Durante las catorce temporadas en las que ha defendido nuestro escudo y nuestra camiseta, ha conseguido 25 títulos, una cifra récord en el Real Madrid: 5 Copas de Europa, 5 Mundiales de Clubes, 4 Supercopas de Europa, 4 Ligas, 3 Copas del Rey y 4 Supercopas de España”, repasó el Real Madrid.
“Es el actual Balón de Oro y Jugador del Año de la UEFA, además de ser incluido en el Once FIFA FIFPRO y ganar el Trofeo Pichichi 2022. Galardones recibidos después de una de las temporadas más extraordinarias de nuestra historia, especialmente en la Champions League, en la que nuestro capitán protagonizó partidos memorables que contribuyeron a que el Real Madrid conquistara la Decimocuarta Copa de Europa en París, siendo el máximo goleador de esta competición con 15 goles”.
El Real Madrid resaltó que Karim se marcha siendo el quinto jugador que más veces se enfundó su camiseta con 647 partidos y como segundo goleador histórico con 353 goles. También segundo máximo artillero del club tanto en LaLiga como en la Copa de Europa, que deja de jugar siendo el cuarto goleador de toda la Champions League, también cuarto en la historia de LaLiga.
“La trayectoria de Karim Benzema en el Real Madrid ha sido un ejemplo de comportamiento y profesionalidad, y ha representado los valores de nuestro club. Se ha ganado el derecho a decidir su futuro. Los madridistas y todos los aficionados del mundo hemos disfrutado de su fútbol mágico y único, que le han convertido en uno de los grandes mitos de nuestro club y en una de las grandes leyendas del fútbol mundial”, resaltó el club.
“El Real Madrid es y será siempre su casa, y le desea lo mejor a él y a toda su familia en esta nueva etapa de su vida”, sentenció antes del anuncio de una despedida a la altura de la leyenda el próximo martes a las 12:00 horas en la Ciudad Real Madrid, acompañado Karim de su gran valedor, el presidente Florentino Pérez.
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La sexta ronda del Norway Chess 2025 dejó una de las escenas más impactantes y emotivas del ajedrez reciente. Magnus Carlsen, número uno del mundo, sufrió en casa una inesperada derrota frente al joven campeón mundial indio, Gukesh Dommaraju, quien se impuso ante el noruego por primera vez en una partida clásica. La tensión contenida en cada jugada marcó un duelo histórico que culminó con la furia de Carlsen y la incredulidad de Gukesh ante lo que acababa de lograr.
Desde la apertura, Carlsen llevó la iniciativa y ejerció una presión constante sobre Gukesh con las piezas negras. El noruego capturó un peón central clave y, a lo largo de veinte movimientos en el medio juego, las computadoras otorgaban a Carlsen una clara ventaja, que llegó a significar entre -2 y -5 en la valoración, equivalente a la superioridad de toda una torre. Parecía que la victoria no se le podía escapar al anfitrión.
En el movimiento 17, Carlsen se dirigió al confesionario del torneo para compartir en directo para los espectadores sus sensaciones sobre el rumbo de la partida. Mostró confianza en que Gukesh aceptaría el reto de bloquear el centro e intentar ganar, en lugar de buscar un empate rápido. “Sé que Gukesh es muy ambicioso, y espero que ahora bloquee el centro para jugar a ganar, en lugar de liquidarlo y buscar el empate. Pero, objetivamente, mi posición es buena, y me encuentro cómodo”.
Lo inesperado llegó en el final: presionado por el reloj y quizás por exceso de confianza, Carlsen cometió dos errores en los movimientos 44 y 52. Esos fallos alteraron el destino que hasta entonces parecía inevitable. El campeón mundial indio, en un ejercicio de persistencia y concentración, supo exprimir cada opción disponible. Gukesh reconoció tras la partida que llegó a pensar en rendirse: “Pero decidí que no había nada de malo en hacer unos cuantos movimientos más, y seguir luchando por si acaso. Soy muy consciente de que nadie puede ganar así a Magnus en más de una partida de cada cien. Pero hoy ha ocurrido, me siento muy feliz, y seguro que mi familia también”.
El dramático desenlace sobrevino en el movimiento 62. Al descubrir que había dejado escapar la victoria y enfrentaba una derrota inminente, Carlsen golpeó la mesa con fuerza, provocando que las piezas cayeran. Luego, estrechó apresurado la mano de Gukesh, exclamó “¡Ay, dios mío!” y abandonó el escenario visiblemente enfadado. Minutos después, su vencedor le exoneró ante los medios: “Yo también he golpeado unas cuantas mesas en mi carrera deportiva, aunque sea mucho más corta que la de Magnus. Hay incluso algún vídeo sobre eso”.
París Saint Germainrompió todos los pronósticos, no porque fuera imposible que se quedara con la final de la Champions League ante Inter de Milán, sino porque ni el más optimista fanático del equipo parisino habrá imaginado que habría una diferencia tan importante entre un equipo y otro. Fue 5-0 para los dirigidos por Luis Enrique, que se llevaron la Orejona por primera vez en su historia a Parque de los Príncipes.
Lo cierto es que este abultado resultado resultó inédito: nunca en la historia de la Liga de Campeones se había registrado una distancia semejante entre dos finalistas. Solamente en tres oportunidades un conjunto le sacó cuatro goles de diferencia al otro: Bayern Múnich al Atlético Madrid en el partido desempate de 1974, Milan al Steaua Bucarest en 1989 y también Milan al Barcelona en 1994.
Por otra parte, hasta hoy solo dos clubes habían logrado anotar cinco goles o más en una final de Champions: Real Madrid, que le ganó 7-3 al Eintracht Frankfurt en la final de 1959/1960 con un triplete de Alfredo Di Stéfano y un póker de goles de Ferenc Púskas, y el Benfica de Portugal en la final de 1961/1962, ante el Real Madrid, aunque con una diferencia más estrecha de 5-3 a favor de los lusitanos.
Los Merengues, máximos exponentes de este certamen continental con 15 títulos, son los que se mantienen como el equipo que más tantos anotaron en una final por los siete convertidos en 1960.
Hasta ahora, el PSG solamente había disputado una sola final de Champions, con derrota 1-0 ante Bayern Múnich en la temporada 2019/2020 (gol de Kingsley Coman). Luis Enrique no solamente consiguió dejar una huella imborrable en la vitrina de la institución que desde hace años está siendo manejada por jeques árabes, sino que también elevó sustancialmente el nivel futbolístico de un equipo finalista de uno de los certámenes de elite del planeta. Lo que el París no había conseguido con los galácticos Lionel Messi, Kylian Mbappé y Neymar, ahora sí lo logró con figuras de menor nombre pero un funcionamiento casi perfecto.