El político fue asesinado en medio un tiroteo mientras realizaba una acto de campaña en un céntrico sector de Quito.
La Policía de Ecuador reveló detalles sobre el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio que se registró el pasado miércoles 9 de agosto a la salida de un mitin electoral de su campaña en Quito.
La autoridad ecuatoriana dio aviso sobre la presencia de un supuesto grupo armado que estaba conformado por más de siete personas provistas de armas cortas, largas y explosivos quienes atacaron desde diferentes lugares al candidato presidencial y a su equipo de seguridad formado por policías en servicio activo.
En medio del ataque tres policías resultaron heridos con arma de fuego y se logró la captura del sicario, así como de seis involucrados en este hecho, en menos de tres horas, según la Policía de Ecuador.
Asimismo, las autoridades anunciaron en el mismo comunicado que como parte del operativo de investigación, un equipo del FBI se encuentra en la ciudad de Quito desde el sábado, luego de un pedido de colaboración por parte del presidente de Ecuador.
“El Mando institucional dispuso que se realice un informe técnico de los procedimientos adoptados en la protección del candidato presidencial, así como una investigación administrativa interna”, se lee en el documento emitido por la Policía de dicho país.
Al tiempo, enfatizaron en el compromiso de la institución para esclarecer los hechos con apoyo de la Fiscalía General del Estado “para que sean judicializados los actores intelectuales”.
“La Policía Nacional rechaza que ciertos actores políticos establezcan conclusiones sobre los hechos que están bajo investigación de la Fiscalía General del Estado, basados, únicamente, en información que circula en redes sociales o relatos de fuentes no oficiales y de esa forma emitir opiniones sin sustento técnico y utilizada para fines políticos”, concluyó el comunicado.
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El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizó redadas en parroquias católicas de Montclair y Highland, en el sur de California, deteniendo a varios migrantes en espacios tradicionalmente considerados santuarios.
Estos operativos, que rompen con la política previa de no intervenir en “zonas sensibles” como templos religiosos, han generado alarma entre feligreses, líderes religiosos y defensores de derechos humanos.
El obispo de San Bernardino, Alberto Rojas, denunció públicamente la irrupción de agentes federales en propiedades parroquiales, calificándola como una violación del espíritu de acogida cristiana.
Las iglesias, que históricamente han brindado refugio, alimentos y asistencia legal a migrantes, ahora enfrentan una caída en la asistencia y un clima de miedo generalizado, incluso entre personas con estatus migratorio legal.
La medida responde a un cambio en la política migratoria bajo la administración Trump, que eliminó las restricciones a los operativos en lugares sensibles. Organizaciones civiles han exigido el cese inmediato de estas acciones, mientras crecen las protestas en ciudades como Los Ángeles. La tensión se agrava con el despliegue de tropas federales en zonas de manifestación, lo que ha sido interpretado como una escalada en la represión migratoria.
En un operativo conjunto en Bethlehem, Pensilvania, agentes de ICE detuvieron a 17 migrantes indocumentados que trabajaban en la restauración del complejo Five 10 Flats, afectado por un incendio en mayo.
Entre los detenidos hay 13 venezolanos, 2 mexicanos, 1 ecuatoriano y 1 nicaragüense. Según ICE, los trabajadores fueron contratados por un subcontratista y no contaban con autorización legal para trabajar en EE.UU.
El operativo forma parte de una estrategia nacional para reforzar el cumplimiento de leyes migratorias en entornos laborales. ICE argumenta que estas prácticas protegen a los trabajadores legales y evitan la explotación laboral.
Aunque no se ha revelado si el subcontratista enfrentará sanciones, la agencia advirtió que continuará con inspecciones similares en sectores como la construcción y la agricultura, donde se ha detectado un aumento en el empleo informal de migrantes.