Los ríos del mundo están inundados con los antibióticos que consume la humanidad. Científicos de Canadá y los Estados Unidos estimaron que se consumen 29.200 toneladas de antibióticos por año a nivel global y un 29% es liberado en los sistemas fluviales del planeta.
Ese problema ocurre debido a que los antibióticos no se metabolizan completamente en el cuerpo humano. Después de ser consumidos, se excretan parcialmente y terminan en las aguas residuales.
Aunque los sistemas de tratamiento de aguas residuales intentan eliminarlos, no siempre lo logran de manera efectiva. En consecuencia, una porción significativa de los antibióticos sigue su curso hacia los cuerpos de agua, donde pueden permanecer durante largos períodos.
El estudio fue realizado por un equipo dirigido por Heloisa Ehalt Macedo, del Departamento de Geografía de la Universidad McGill, en Montreal, Canadá. También colaboraron investigadores de la organización One Health Trust y de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. Publicaron el trabajo en la revista PNAS Nexus.
Advirtieron que “es preocupante que el consumo humano por sí solo represente un riesgo significativo para los ríos de todos los continentes”.
Aunque las concentraciones de antibióticos en los ríos son pequeñas, los efectos a largo plazo pueden ser devastadores, incluso para la salud humana.