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MARTIN SCORSESE contra las plataformas de STREAMING

Aunque el reconocido director produce películas para servicios como Netflix o Apple TV+ cree que estos medios “perjudican el arte de hacer y de mirar cine”

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Martin Scorsese cuestionó el futuro del cine tras la explosión del modelo de negocio impulsado por las plataformas de streaming, dedicadas a la producción en masa de contenidos y a la personalización de su oferta para cada usuario. En un ensayo publicado en la revista Harper’s, dedicado a homenajear a Federico Fellini, el director de “Taxi Driver” lamentó que con los servicios para consumir películas y series por internet se desvirtúe el carácter artístico de ciertas obras, eclipsadas por un agresivo modelo de negocio.

Scorsese arremetió contra las plataformas que él cree acabarán con el cine. El ganador del Oscar criticó el uso de algoritmos de los distintos servicios de streaming para recomendar películas a sus usuarios y consideró que la palabra “contenido” demerita al cine como una forma artística y pide dejar de ver al público como consumidores.

“El arte del cine está siendo sistemáticamente devaluado, marginado, degradado y reducido a su mínimo común denominador, el ‘contenido”, escribió Scorsese.

“Hace tan solo 15 años, el término ‘contenido’ se escuchaba solo cuando la gente hablaba del cine en un nivel serio, y se contrastaba y medía en función de la ‘forma’. Luego, gradualmente, fue utilizado cada vez más por las personas que se hicieron cargo de las empresas de medios de comunicación, la mayoría de las cuales no sabían nada de historia del arte”, expresó el realizador en su escrito titulado ‘Il Maestro’, centrado en la figura de Federico Fellini, en donde habla sobre la realidad actual de la industria cinematográfica.

Para el prestigioso director neoyorquino, de 78 años, ahora la palabra “contenido” se ha convertido en un “término comercial” para referirse por igual a “todas las imágenes en movimiento” ya sean “una película de David Lean, un video de gatos, un comercial del Super Bowl, una secuela de superhéroes o el episodio de una serie”.

Scorsese admitió que se ha beneficiado de plataformas como Netflix, donde estrenó “The Irishman”, y Apple TV+, que está financiando “Killers of the Flower Moon”, pero duda de su funcionamiento basado en algoritmos informáticos que igualan todas las creaciones como “contenido” y se recomiendan según los datos almacenados de cada usuario.

“Ha creado una situación en la que todo se presenta al espectador en igualdad de condiciones, lo que suena democrático pero no lo es”, opinó el cineasta.

Scorsese contra los algoritmos

“Si los algoritmos ‘sugieren’ la visualización adicional en función de lo que ya has visto, y las sugerencias se basan solo en el tema o el género, ¿qué tiene eso que ver con el arte del cine?” cuestionó el director. “Los algoritmos, por definición, se basan en cálculos que tratan al espectador como un consumidor y nada más”, y agregó: “No podemos depender del negocio audiovisual, tal como es, para cuidar del cine”.

“En el negocio cinematográfico, que ahora es el negocio del entretenimiento masivo audiovisual, el énfasis siempre está puesto en la palabra ‘negocio’, y el valor siempre está determinado por la cantidad de dinero que puede obtenerse de alguna propiedad; por ello, todo, desde ‘Amanecer’ a ‘La Strada’, pasando por ’2001′, ya está exprimido y listo para meterse en el cajón de ‘Art Film’ de una plataforma de streaming”, continuó.

“Quienes conocemos el cine y su historia tenemos que compartir nuestro amor y nuestro conocimiento con la mayor cantidad de gente posible. Y tenemos que dejar muy claro a los propietarios legales actuales de estas películas que representan mucho, mucho más que una mera propiedad para ser explotada y luego encerrada. Se encuentran entre los mayores tesoros de nuestra cultura y deben ser tratados en consecuencia”, afirmó.

Martin Scorsese con Al Pacino y Robert De Niro, protagonistas de «El irlandés», la película que hizo para Netflix

“Supongo que también tenemos que perfeccionar nuestras nociones sobre qué es el cine y qué no es. Federico Fellini es un buen punto de partida. Se pueden decir muchas cosas sobre las películas de Fellini, pero hay una cosa que es indiscutible: es cine”, concluyó.

No es la primera vez que Scorserse hace hincapié en este asunto. En el año 2019 despertó un agitado debate tras considerar que las películas de Marvel estaban más cerca de ser “un parque temático” que de ser cine, entendido como expresión artística. “No es el cine de seres humanos intentando transmitir emociones a otro ser humano”, dijo a la revista Empire, cuando explicó su razón para no ver las películas de Marvel.

En su paso por el festival de cine de Roma también criticó a las salas de cine por proyectar películas de este tipo. “Ellos pueden tener esas películas y está bien, pero eso no debería ser lo que nuestros jóvenes terminen creyendo que es el cine”.

Francis Ford Coppola también se sumó las críticas contra las películas de superhéroes durante su paso por el Festival Lumière de Lyon. El cineasta le dio la razón a su compañero de profesión: “Cuando Scorsese dice que no es cine, tiene razón. Uno espera aprender algo del cine. Esperamos obtener algo, que nos ilustren, que nos aporten conocimiento, que nos inspiren, y no creo que obtengas eso con Marvel, porque hace películas sin riesgo”, dijo el director, y añadió: “En realidad, Marty fue amable. No dijo que eran despreciables, como lo estoy diciendo yo”.

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Elefante hambriento entra a tienda en Tailandia y se come muchas bolsas de galletas

Plai Biang Lek, un habitué de la zona, se retiró del lugar tras ingerir los alimentos, sin herir a nadie ni dejar daños mayores

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El elefante Plai Biang Lek sorprendió a los habitantes de la provincia de Nakhon Ratchasima, en el noreste de Tailandia, al irrumpir hambriento este lunes en un local de comida y servirse él mismo una variedad de snacks.

El incidente quedó registrado en varios videos que no tardaron en circular en redes sociales y volverse virales.

En las imágenes se observa cómo el animal se detiene frente al mostrador, selecciona dulces y snacks con la trompa, y mastica tranquilamente, sin inmutarse ante los intentos de los trabajadores del parque nacional por ahuyentarlo.

La tienda, ubicada junto a una carretera próxima al Parque Nacional Khao Yai, suele recibir la visita de elefantes salvajes, aunque nunca antes había ocurrido que uno entrara en un local.

“Normalmente lo vemos pasar y lo observamos desde adentro, nunca ninguno había ingresado en la tienda ni había hecho daño a nadie”, explicó la dueña al medio estadounidense, destacando que, en esta ocasión, sin embargo, el animal permaneció dentro del establecimiento durante unos diez minutos.

“Se acercó al mostrador, el de dulces, cerca del congelador. Empujó con cuidado el congelador con su trompa para que cupiera dentro. (Luego) fue directo a los bocadillos y los rebuscó con la trompa. Se comió unas diez bolsas de dulces, que costaban 35 baht (1 dólar) cada una. También comió plátanos secos y bocadillos de maní”, precisó y recordó que le dijo “‘vete, anda’, pero no me hizo caso. Fue como si hubiera venido a propósito”.

Mientras todo ello ocurría, otro elefante lo esperaba fuera del local, aunque sin acercarse a los transeúntes.

Los comerciantes llamaron a los guardabosques del parque quienes, después de muchos intentos por ahuyentarlos, finalmente lograron alejar a los elefantes, quedando únicamente marcas de barro en el suelo y el techo, pero sin causar daños significativos ni herir a nadie.

Danai Sookkanthachat, voluntario del parque nacional, explicó que Plai Biang Lek es conocido por buscar comida en casas cercanas, aunque esta fue la primera vez que se lo vio entrar en una tienda de comestibles.

De hecho, “cuando salió del local, fue a abrir la ventana de un dormitorio en otra casa”, relató Danai.

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Michael B. Jordan se convierte en fenómeno con su papel en “Sinners”

Con una recaudación de 341 millones de dólares y su aparición en la reciente portada de New York Magazine, el actor vive su consagración como estrella y agita el debate sobre el futuro de Hollywood

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El éxito de Sinners ha transformado a Michael B. Jordan en una de las figuras más indiscutibles del cine contemporáneo. La película, un thriller original de vampiros dirigido por Ryan Coogler y protagonizado por Jordan, ha recaudado 341 millones de dólares en taquilla, según reportó New York Magazine.

Este logro no solo ha revitalizado el debate sobre la viabilidad de las películas originalesen Hollywood, sino que también ha consolidado a Jordan como una estrella de primer nivel, superando años de escepticismo sobre su estatus y abriendo nuevas oportunidades en una industria marcada por la incertidumbre y la discusión sobre la representación afroamericana.

El fenómeno “Sinners”: cifras, recepción y comparaciones

Sinners irrumpió en la cartelera con una fuerza poco habitual para una película no basada en una franquicia preexistente. Su estreno generó 46 millones de dólares en su primer fin de semana en Norteamérica, una cifra que, aunque destacada, fue recibida con cierto escepticismo por parte de algunos medios y ejecutivos de la industria.

The New York Times calificó el resultado con “un gran asterisco”, mientras que Variety enfatizó en redes sociales que la rentabilidad aún estaba lejos de alcanzarse, citando los elevados costos de producción y marketing.

Sin embargo, la magnitud del éxito de Sinners resulta aún más notable en un contexto donde la asistencia a los cines no ha recuperado los niveles previos a la pandemia y la producción nacional de películas enfrenta una crisis prolongada.

De acuerdo con New York Magazine, la película ha generado un tipo de conversación cultural que no se veía desde el estreno de ¡Huye! (2017) de Jordan Peele, ocho años atrás. El filme no solo ha dominado la taquilla, sino que ha sido objeto de numerosos análisis sobre raza, apropiación cultural y sexualidad, temas que han alimentado el debate mediático y social en torno a su impacto.

Reacción de la industria: escepticismo, debate y cambio de paradigma

El éxito de Sinners no estuvo exento de dudas iniciales dentro de Hollywood. Reporteros y ejecutivos parecían dispuestos a minimizar el desempeño de la película, cuestionando tanto su rentabilidad como el acuerdo de producción entre Warner Bros. y Ryan Coogler, que otorga al director derechos de propiedad sobre la obra después de 25 años.

Un ejecutivo advirtió a Vulture que este tipo de acuerdos “podría ser el fin del sistema de estudios”. Ben Fritz, periodista de The Wall Street Journal, describió el ambiente en la industria como uno de “casi resentimiento y frustración”, preguntándose cómo Coogler y Jordan lograron financiar una película original de 100 millones de dólares.

En este contexto de aversión al riesgo y austeridad, el desempeño de Sinners se percibe como una anomalía y un desafío a las tendencias dominantes. La encuesta de salida realizada durante el estreno, citada por Deadline y recogida por New York Magazine, reveló que el 47% de los asistentes eligió ver la película principalmente por la presencia de Michael B. Jordan, lo que subraya su poder de convocatoria y su creciente atractivo como protagonista.

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