Guido Mainero fue advertido por el árbitro y los nervios le jugaron una mala pasada. El tanto de Medina que sentenció el partido lo expuso aún más

El encuentro entre Boca y Sarmiento se resolvió por detalles. Tras un primer tiempo donde se mostró muy ordenado y casi no sufriendo demasiados sobresaltos, el Verde de Junín cometió dos errores graves que le terminaron costando los tres puntos. Dos contragolpes que lo tomaron muy mal ubicados y que permitió que el Xeneize se llevara tres puntos muy importantes para escalar posiciones en la Liga Profesional.

“Era un partido controlado hasta que que nos aburrimos de hacer las cosas bien”, expresó Israel Damonte, fiel a su estilo. “Contra estos profesionales, que pueden jugar bien, más o menos o mal y siempre ganan, nosotros jugamos mal y nunca ganamos. Por lo general, perdés y se dio de esa manera. Son detalles contra esta clase de equipos que los pagas es aí. Ellos tenían la pelota, nosotros el control… pero nos aburrimos de hacer las cosas bien”, insistió el entrenador del Kiwi.

Sin embargo, hubo una acción puntual que se robó toda la atención, el enojo del banco de Sarmiento y las burlas del bando de Boca Juniors. La misma se originó segundos antes del gol xeneize, el de Cristian Medina que sentenció el resultado. Y Guido Mainero fue el gran protagonista. Faltando quince minutos, reemplazó a Franco Sbuttoni y en su apuro por entrar a la cancha en busca del ansiado empate, producto del primer tanto de Miguel Merentiel, el cordobés surgido en Instituto entró con un anillo puesto.

En una acción de pelota parada a favor, el árbitro Silvio Trucco lo notó y le pidió que se lo sacara. Pero nuevamente los nervios le jugaron una mala pasada, ya que no podía quitárselo y esta demora lo llevó a que abandonara el campo de juego. Los gestos de Israel Damonte eran elocuentes, lo mismo que todos los del banco de Sarmiento. Incluso se escuchó clarito en la transmisión de ESPN un fuerte exabrupto: “Que tipo pajero sos, Guido, la puta madre”, le gritaron a Mainero.

El tiro libre fue ejecutado de mala manera, el equipo visitante perdió la pelota con todo el equipo en ataque y sufrió un durísimo contragolpe. El pelotazo profundo para Luis Vázquez fue justamente por el costado donde Mainero esperaba la indicación del juez para ingresar y vio cómo la corrida del delantero de Boca Juniors, en absoluta soledad, lo dejaba mano a mano con el arquero José Devecchi. El juvenil xeneize esperó hasta último momento y luego tocó con sutileza para que Cristian Medina, a toda carrera, anotara con el arco a su merced.

El gol derrumbó por completo a Sarmiento y sobre todo a Damonte quien se sentó de inmediato y muy a disgusto. Guido Mainero atinó a ingresar en pleno contragolpe, pero no fueron ni dos segundos los transcurridos con él nuevamente en cancha hasta que se confirmó el segundo gol del conjunto local. Un hecho que será muy recordado y que seguramente le servirá a futuro al mediocampista del Verde. ¿Qué dijo el DT sobre esta acción? “Lo vieron. Nada. No podés jugar si tenés un anillo. Nos hicieron un gol donde quedamos mal parados por eso”. Clarito.