Un equipo de científicos de la Universidad del Sur de Florida (USF), en colaboración con especialistas mexicanos, encontró nuevas evidencias que desafían los paradigmas tradicionales de la evolución animal.

Las investigaciones, recientemente publicadas en la revista Evolution, surgieron a partir de tres expediciones de campamento en 11 islas deshabitadas del Golfo de California, conocidas como uno de los principales “nidos” de serpientes de cascabel del mundo, publicó The Guardian.
Estas islas, prácticamente intactas por la actividad humana, representaron un entorno ideal para examinar de manera aislada los mecanismos de adaptación y evolución de las especies.
Equipos de la USF, junto con la National Geographic Society, organizaciones de conservación mexicanas y el gobierno local, organizaron las expediciones capturando a decenas de serpientes en las horas frescas del atardecer para su estudio.
Los investigadores analizaron el veneno de 83 serpientes de cascabel pertenecientes a cuatro especies distintas: moteada, diamante rojo, de Baja California y moteada del suroeste.
Contra lo que preveían las hipótesis iniciales, los resultados revelaron que las serpientes en zonas de mayor biodiversidad no desarrollaban venenos más complejos para aprovechar una mayor variedad de presas.
Al contrario, evolucionaban hacia venenos más simples pero altamente concentrados, diseñados para atacar tipos específicos de presas.
Este descubrimiento representa una ruptura con las ideas clásicas sobre la evolución adaptativa, que sostenían que una mayor diversidad ambiental favorecería una mayor complejidad biológica.
La investigación demostró que, en entornos fragmentados y aislados, la especialización puede ser más ventajosa que la diversificación.