¿Es posible que la curiosidad sea clave para alcanzar la longevidad con salud y bienestar? Según un estudio reciente llevado a cabo por un equipo internacional de psicólogos, la respuesta podría ser afirmativa.
Entre los investigadores se encuentran miembros de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), quienes plantearon que ciertas formas de curiosidad podrían aumentar hasta bien entrada la vejez.
“Los adultos mayores que mantienen la curiosidad y desean aprender cosas nuevas relevantes para sus intereses podrían contrarrestar o incluso prevenir la enfermedad de Alzheimer. Por el contrario, quienes muestran poca curiosidad y desinterés pueden estar en riesgo de padecer demencia”, señalaron en un comunicado de la UCLA.
Alan Castel, psicólogo de la UCLA y autor principal del estudio publicado en PLOS One, expresó: “La literatura psicológica muestra que a menudo lo que se conoce como curiosidad rasgo, o el nivel general de curiosidad de una persona, tiende a disminuir con la edad”.
No obstante, Castel y su equipo descubrieron algo diferente en sus investigaciones. “Nos pareció un poco extraño y contradecía algunas de las cosas que observamos en algunos de los participantes adultos mayores en nuestros experimentos, quienes a menudo estaban muy comprometidos e interesados en aprender sobre la memoria, específicamente, e incluso sobre otras cuestiones triviales”, añadió el psicólogo.
A medida que se adentraron más en la investigación, los expertos se dieron cuenta de que la clave podría estar en un tipo diferente de curiosidad: la curiosidad estatal. A diferencia de la curiosidad rasgo, que es un rasgo general de personalidad, la curiosidad estatal es lacuriosidad momentánea que experimenta una persona ante un tema específico.
Así lo profundizaron los expertos en el comunicado: “La curiosidad de estado es lo que los psicólogos llaman el tipo de curiosidad momentánea que experimentan las personas cuando se les pregunta sobre temas específicos. La curiosidad de rasgo, en cambio, es un rasgo de personalidad”.