Lassemillas de chía, reconocidas por su densidad nutricional, ofrecen un alto contenido de fibra, proteínas, ácidos grasos omega-3 de origen vegetal y minerales esenciales como el magnesio y el fósforo. Según el Departamento de Agricultura de EE.UU., una porción de 28 gramos contiene aproximadamente 4,5 gramos de proteína, 10 gramos de fibra y 5 gramos de omega-3.
A pesar de estos atributos, su consumo excesivo puede acarrear efectos indeseados, especialmente si no se integran correctamente en la alimentación diaria, según expertos.
Problemas digestivos vinculados al exceso de fibra
Uno de los efectos adversos más frecuentes al consumir grandes cantidades de semillas de chía es el malestar gastrointestinal. La dietista especializada en síndrome del intestino irritable, Katrina Cox, advierte que introducirlas de forma abrupta o sin la cantidad adecuada de líquido puede provocar “hinchazón, gases, estreñimiento o diarrea”.
Esto se debe a su elevado contenido de fibra soluble, que requiere una hidratación adecuada para cumplir su función de forma eficaz en el tracto digestivo.
Dificultades en la absorción de nutrientes
Otra consecuencia menos mencionada, pero igualmente relevante, es la interferencia en la absorción de micronutrientes. Megan Byrd, dietista y fundadora de The Oregon Dietitian, señala que el consumo regular de semillas de chía podría reducir la asimilación de minerales esenciales como zinc, hierro y calcio.
Esto se debe a su acción de ralentizar la digestión y limitar la absorción de ciertos compuestos, algo especialmente relevante para quienes ya presentan deficiencias nutricionales.
Peligro de asfixia al consumirlas secas
El riesgo de asfixia está relacionado con su capacidad para expandirse hasta 27 veces su peso original al entrar en contacto con líquidos. Según los expertos, ingerirlas secas sin previa hidratación puede representar un riesgo físico importante, sobre todo en personas con disfagia o dificultades para tragar. En estos casos, se recomienda remojarlas en líquidos antes de consumirlas, y siempre bajo supervisión médica.