África, el segundo continente más grande del mundo, se enfrenta a un fenómeno geológico sin precedentes que cambiará para siempre su configuración.

En una región, una enorme grieta se está expandiendo lentamente, creando la posibilidad de que en un futuro lejano África se divida en dos. Este evento, conocido como el Rift de África Oriental, estuvo ocurriendo a lo largo de millones de años, pero ahora se volvió más visible que nunca, dejando claro que la transformación del continente es inevitable.
El Rift de África Oriental es una grieta geológica masiva que atraviesa el continente, extendiéndose por más de 6000 kilómetros desde la región de Afar (al norte), hasta Zimbabue (al sur). En el proceso de rifting, las placas tectónicas de la región se separan, estirando y fracturando la corteza terrestre.
Este fenómeno es responsable de la creación de montañas, valles y volcanes, y se convirtió en una de las zonas más activas geológicamente del planeta. Sin embargo, lo que antes parecía un proceso demasiado lento y lejano, cobró una nueva relevancia gracias a los avances en la ciencia y la observación satelital, que permiten estudiar el fenómeno en tiempo real.
La causa principal de este fenómeno es el movimiento de las placas tectónicas que componen la superficie terrestre.
En el caso del Rift de África Oriental, tres placas tectónicas están involucradas: la placa somalí, la nubia (africana) y la arábiga. Estas placas se están separando en la región de Afar, creando un sistema de rift que forma una especie de “Y” geológica.
A medida que estas placas se alejan unas de otras, el continente africano se divide lentamente, un proceso que fue estudiado desde hace décadas y que sigue siendo uno de los eventos geológicos más fascinantes y debatidos.