Con tres goles en el tiempo complementario el City apaleó 3-0 el miércoles al Brighton, con lo que el equipo de Pep Guardiola recuperó el primer puesto, del que fue desplazado por el Liverpool durante 24 horas. La ansiedad era palpable en el Estadio Etihad y los lamentos fueron más audibles mientras los jugadores del City se complicaban para reflejar su dominio al inicio de la segunda parte. Pero no había de qué preocuparse. Riyad Mahrez abrió el marcador a los 53 minutos de manera accidental, después de que su tiro rebotó en el defensa del Brighton Joel Veltman y superó al portero Robert Sánchez. Otro tiro y desvío derivó en el tanto atribuido a Phil Foden para el 2-0 a los 65 minutos, y Bernardo Silva anotó el tercero a los 82 después de que el City recuperó el balón cuando los visitantes intentaron salir jugando.
El City podría revalidar el campeonato si gana sus restantes seis duelos. El sábado enfrentará al Watford, en peligro de descenso. Liverpool, que se mantiene un punto detrás, recibe al Everton al día siguiente. PELEA DE CUATRO La pelea es aún más apretada para terminar entre los primeros cuatro y conseguir un boleto a la Liga de Campeones. El Arsenal puso fin a su racha de tres derrotas al vencer 4-2 al Chelsea y alcanzar en puntos al Tottenham, que se mantiene cuarto, superando a sus rivales londinenses por diferencia de goles.
Los dos equipos se mantienen a cinco puntos del Chelsea, que es tercero y con un partido menos. Eddie Nketiah consiguió un doblete por el Arsenal y sigue jugando al frente en lugar de Alexandre Lacazette. Emile Smith Rowe y Bykayo Saka —con un penal al final— también anotaron. El Manchester United, que perdió 4-0 con el Liverpool el martes, está tres puntos detrás del Arsenal antes de enfrentarlo en el Estadio Emirates el sábado. EMPATE CRUCIAL Everton lo dejó hasta el final para confirmar el empate que le coloca cuatro puntos arriba de la zona de descenso. El brasileño Richarlison anotó el tanto del empate en el segundo minuto del tiempo añadido para que el Everton empatara 1-1 con el Leicester. Con un gol a los cinco minutos por parte de Harvey Barnes, el Leicester parecía encaminado al triunfo. Burnley, que se ubica antepenúltimo, podría colocarse a un punto del Everton con un triunfo ante el Southampton este jueves. El Newcastle derrotó 1-0 al Crystal Palace en el otro encuentro.
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La sexta ronda del Norway Chess 2025 dejó una de las escenas más impactantes y emotivas del ajedrez reciente. Magnus Carlsen, número uno del mundo, sufrió en casa una inesperada derrota frente al joven campeón mundial indio, Gukesh Dommaraju, quien se impuso ante el noruego por primera vez en una partida clásica. La tensión contenida en cada jugada marcó un duelo histórico que culminó con la furia de Carlsen y la incredulidad de Gukesh ante lo que acababa de lograr.
Desde la apertura, Carlsen llevó la iniciativa y ejerció una presión constante sobre Gukesh con las piezas negras. El noruego capturó un peón central clave y, a lo largo de veinte movimientos en el medio juego, las computadoras otorgaban a Carlsen una clara ventaja, que llegó a significar entre -2 y -5 en la valoración, equivalente a la superioridad de toda una torre. Parecía que la victoria no se le podía escapar al anfitrión.
En el movimiento 17, Carlsen se dirigió al confesionario del torneo para compartir en directo para los espectadores sus sensaciones sobre el rumbo de la partida. Mostró confianza en que Gukesh aceptaría el reto de bloquear el centro e intentar ganar, en lugar de buscar un empate rápido. “Sé que Gukesh es muy ambicioso, y espero que ahora bloquee el centro para jugar a ganar, en lugar de liquidarlo y buscar el empate. Pero, objetivamente, mi posición es buena, y me encuentro cómodo”.
Lo inesperado llegó en el final: presionado por el reloj y quizás por exceso de confianza, Carlsen cometió dos errores en los movimientos 44 y 52. Esos fallos alteraron el destino que hasta entonces parecía inevitable. El campeón mundial indio, en un ejercicio de persistencia y concentración, supo exprimir cada opción disponible. Gukesh reconoció tras la partida que llegó a pensar en rendirse: “Pero decidí que no había nada de malo en hacer unos cuantos movimientos más, y seguir luchando por si acaso. Soy muy consciente de que nadie puede ganar así a Magnus en más de una partida de cada cien. Pero hoy ha ocurrido, me siento muy feliz, y seguro que mi familia también”.
El dramático desenlace sobrevino en el movimiento 62. Al descubrir que había dejado escapar la victoria y enfrentaba una derrota inminente, Carlsen golpeó la mesa con fuerza, provocando que las piezas cayeran. Luego, estrechó apresurado la mano de Gukesh, exclamó “¡Ay, dios mío!” y abandonó el escenario visiblemente enfadado. Minutos después, su vencedor le exoneró ante los medios: “Yo también he golpeado unas cuantas mesas en mi carrera deportiva, aunque sea mucho más corta que la de Magnus. Hay incluso algún vídeo sobre eso”.
París Saint Germainrompió todos los pronósticos, no porque fuera imposible que se quedara con la final de la Champions League ante Inter de Milán, sino porque ni el más optimista fanático del equipo parisino habrá imaginado que habría una diferencia tan importante entre un equipo y otro. Fue 5-0 para los dirigidos por Luis Enrique, que se llevaron la Orejona por primera vez en su historia a Parque de los Príncipes.
Lo cierto es que este abultado resultado resultó inédito: nunca en la historia de la Liga de Campeones se había registrado una distancia semejante entre dos finalistas. Solamente en tres oportunidades un conjunto le sacó cuatro goles de diferencia al otro: Bayern Múnich al Atlético Madrid en el partido desempate de 1974, Milan al Steaua Bucarest en 1989 y también Milan al Barcelona en 1994.
Por otra parte, hasta hoy solo dos clubes habían logrado anotar cinco goles o más en una final de Champions: Real Madrid, que le ganó 7-3 al Eintracht Frankfurt en la final de 1959/1960 con un triplete de Alfredo Di Stéfano y un póker de goles de Ferenc Púskas, y el Benfica de Portugal en la final de 1961/1962, ante el Real Madrid, aunque con una diferencia más estrecha de 5-3 a favor de los lusitanos.
Los Merengues, máximos exponentes de este certamen continental con 15 títulos, son los que se mantienen como el equipo que más tantos anotaron en una final por los siete convertidos en 1960.
Hasta ahora, el PSG solamente había disputado una sola final de Champions, con derrota 1-0 ante Bayern Múnich en la temporada 2019/2020 (gol de Kingsley Coman). Luis Enrique no solamente consiguió dejar una huella imborrable en la vitrina de la institución que desde hace años está siendo manejada por jeques árabes, sino que también elevó sustancialmente el nivel futbolístico de un equipo finalista de uno de los certámenes de elite del planeta. Lo que el París no había conseguido con los galácticos Lionel Messi, Kylian Mbappé y Neymar, ahora sí lo logró con figuras de menor nombre pero un funcionamiento casi perfecto.